Una de las maravillas que encontramos en el estado de Yucatán son los cenotes.
Los Mayas les dieron el nombre de Dzonot, que los españoles pronunciaron cenote.
Giraldo Diaz Alpuche (c. 1579) es el único encomendero que trata de explicar el significado maya de la palabra dzonot, que en lengua castellana quiere decir cosa honda; el diccionario Motul lo define como abismo y profundidad.
Los cenotes quedarán grabados por siempre en su mente; son mágicos, enigmáticos y únicos en el mundo, además de ser el único recurso para la obtención de agua fresca en la selva.
Los cenotes eran lugares sagrados para los mayas, ya que representaban la entrada al inframundo, lugar donde las almas entran para reconocer su subconsciente y encontrar su despertar.
El cenote IK KIL se encuentra en el parque Eco-Arqueológico Ik Kil que está sólo a 1.8 millas de Chichén Itzá y Pista.
Llamado el cenote azul sagrado, es perfectamente redondo lleno de vegetación y cascadas. Es el otro lugar ideal para nadar en las aguas claras.
Tiene 196 pies de ancho y más o menos 130 pies de profundidad. Es un cenote abierto como a unos 85 pies desde la superficie.
Hay una gran escalera que baja hasta el nivel del agua.
Dentro de él podremos realizar una limpieza energética, podemos nadar en las aguas claras de esos lugares sagrados para los Mayas.